Espero que estéis pasando un buen verano, aunque bastante caluroso... por eso yo he decidido irme a mi casa de campo que es más fresquita que la ciudad.
Está en una amplia explanada de campo verde y rodeada por arboles centenarios. Por las mañanas recojo los frutos del huerto, hortalizas frescas con todo su sabor.
Y si conservas ojos infantiles podrás ver a las hadas de las flores jugando cerca de la casa.
Schiiist... no hagais ruido o de harán invisibles.
Me encanta el olor a ropa recién lavada.
Mi casita guarda secretos... o lo que quiera meter en ella.
Y la parte interior del tejado es un acerico enorme para tener mis alfileres y agujas bien ordenados.
Un truco: para no pincharos con los alfileres que atraviesen el tejado, poned una lámina de plastico o acetato grueso por dentro del acerito, haciendo la forma del tejado ;)
Disfrutad de lo que queda de verano y ya sabeis que estais invitadas a mi casita de campo. Disfrutaremos paseando en el bosque por las mañanas antes de que caliente el sol y por tardes cosiendo en el porche mientras nos refrescamos con un té helado y merendamos tartaletas de fresas.
¿Os ha gustado? estaré encantada de leer vuestros comentarios.